Primeros pasos del proyecto de reciclaje textil impulsado por Cáritas Diocesana
En las próximas semanas está previsto que comiencen a instalarse los primeros contenedores para la recogida de ropa usada dentro del proyecto empresarial que Cáritas Diocesana de Jaén ha puesto en marcha para el reciclado textil. Además del cuidado del medio ambiente, con esta iniciativa, Cáritas pretende ofrecer formación y una posible salida laboral a personas en situación de exclusión. Alrededor del 95 por ciento de la ropa que desechamos en nuestros hogares puede tener una segunda vida útil, bien destinando al mercado de segunda mano la de mayor calidad, bien como materia prima para la fabricación de nuevas fibras, relleno de muebles o fieltro para aislamiento sonoro. Conscientes del potencial que ofrece una actividad apenas explotada en nuestra comunidad y de los beneficios sociales y medioambientales que reporta, Cáritas Diocesana de Jaén ha puesto en marcha una empresa para el tratamiento y reciclado textil. La idea es nutrirse de la ropa que hasta ahora se entregaba en las parroquias, creando una red de recogida a través de contenedores instalados en diferentes municipios de la provincia.
Los primeros 30 contenedores, con capacidad para 250 kilos de textil cada uno, está previsto comiencen a colocarse a finales de este mes, una vez hayan sido serigrafiados con el logotipo de Cáritas. A partir de ahí se establecerán recogidas periódicas, en función del volumen de residuos que se genere y con el fin de evitar que se saturen o sean utilizados para fines diferentes al previsto. Asimismo, si la demanda lo requiere, el número de puntos de recogida podría ampliarse hasta el centenar.
Proceso
Emplazada en una nave cedida por el Ayuntamiento de Linares, la empresa ocupa ya a dos trabajadores que desde el pasado mes de junio están recogiendo la ropa acumulada en parroquias de la Diócesis. Hasta el momento se han recogido unas setenta toneladas de residuos que se han enviado a Barcelona para su reciclado.
La idea es que, de forma paulatina, el proceso de recogida y clasificación de ropa deje de realizarse en las parroquias para llevarse a cabo íntegramente en la nave de almacenamiento. Allí, se separará la ropa crema de la picada, es decir, la ropa en buen estado que puede destinarse a personas sin recursos o a abastecer futuras tiendas de ropa usada, de aquella que no es reutilizable y cuyo fin último es el reciclaje.
En el caso de la ropa crema, está previsto instalar una máquina de higienización en la que se desinfectarán, limpiarán y prepararán las prendas antes de su distribución o venta para que lleguen en óptimas condiciones al consumidor.
Beneficios
Para los responsables de Cáritas, uno de los objetivos prioritarios es que la empresa de reciclado sirva como plataforma para que personas en riesgo o en situación de exclusión puedan acceder al mercado laboral y recibir una formación. Para ello, es imprescindible que la empresa logre ser autosuficiente gracias a los ingresos que se obtengan, por un lado, de la venta de residuos a agentes autorizados para su transformación y, por otro, a la venta de prendas en tiendas de ropa usada. Según el director de Cáritas Diocesana de Jaén, Rafael López Sidro, el proyecto contempla la apertura de dos tiendas, una en Jaén capital y la otra en Linares. Los establecimientos estarán destinados tanto al público en general como a los participantes que, hasta ahora, hacían uso de los roperos de Cáritas.