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El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, en el inicio de su episcopado, puso en marcha un Plan Pastoral 2016-2017, bajo el título, “En camino hacia el sueño misionero de llegar a todos”. Una ambiciosa hoja de ruta que ha pretendido, a lo largo de estos nueve meses de trabajo, reforzar lazos de unión entre la Iglesia diocesana de Jaén en todos sus ámbitos, a la vez que virar el rumbo hacia una Iglesia en estado permanente de misión, una Iglesia en salida, en plena consonancia con el mensaje del Santo Padre, Francisco.
Hoy, el Seminario diocesano ha acogido la Asamblea Diocesana, fruto del trabajo de las parroquias, las asociaciones y movimientos de la Iglesia de Jaén, seminaristas, diáconos permanentes, miembros del Cabildo Catedral y de la Curia, … en definitiva, de los fieles de la Diócesis comprometidos con su Iglesia, que se sienten parte activa de ella, y que viven convencidos de que el mensaje de Jesucristo no puede guardarse, sino que por el contrario, deber ser dado a conocer, llevado a todos los lugares, y que sean los cristianos, con su vida y actitudes, reflejo del Evangelio.
161 fieles, con el Obispo a la cabeza: Vicarios, Delegados Episcopales, Directores de Secretariados, representantes de movimientos y asociaciones eclesiales, representantes de parroquias y arciprestazgos han tratado hoy el documento final del Plan Pastoral, no como el punto y final de todo el trabajo del curso, sino como el comienzo del nuevo Plan Pastoral que se desarrollará en la Diócesis del Santo Reino durante los próximos cuatro años (2017-2021), y que se apoyará en cuatro grandes pilares: La Comunión, el Anuncio del Evangelio, la Celebración del Misterio de Cristo y la Caridad.
La Asamblea ha comenzado con una oración, para a continuación, tomar la palabra el Prelado jiennense y dar las gracias por el trabajo que se ha desarrollado durante todos estos meses y marcar las líneas de trabajo a seguir durante los próximos años.
Palabras del ObispoDon Amadeo ha iniciado su intervención indicando que para hacer realidad una idea, antes hay que soñarla, y soñarla en comunidad. “Lo que hemos hecho para llegar hasta aquí nos muestra que hablar de comunión no es sólo proponer un ideal inalcanzable, sino que es la prueba de que hacer las cosas juntos es el único modo de caminar en la Iglesia al servicio de nuestra misión”.
Del mismo modo ha puesto en valor la sinodalidad, ya que, ha dicho “es el mejor antídoto contra algunos de nuestros males estructurales, como la descoordinación pastoral, la creatividad que se desmarca del cauce común y siempre corre por afluentes particulares; o también la resistencia a salir de la rutina establecida y a emprender una pastoral más claramente evangelizadora”.
En su intervención, el Obispo de Jaén ha puesto en valor la necesidad de remar en la misma dirección, cada uno desde sus tareas, en el desarrollo de sus dones y su puesta al servicio de la comunidad, pero todos con la misma premisa: ser miembro activo de la Iglesia diocesana: “Sólo la Diócesis nos pone en una misma ruta pastoral, nos da el mismo impulso misionero, nos ensancha y fortalece una comunicación de bienes de largo alcance. Quizás sea por eso que vosotros habéis creído en el valor de la diocesaneidad, que siempre es una riqueza en nuestra misión como Iglesia del Señor”.
Por último, ha querido explicar que este Plan Pastoral y todas las conclusiones que de él se vayan extrayendo son las bases sobre la que asentar el nuevo, el punto de inicio del siguiente. Un Plan que haga de la Iglesia de Jaén una “casa cuyas puertas están siempre abiertas no sólo para que en ella se pueda encontrar acogida o respirar amor y esperanza, sino también para que nosotros podamos salir y llevar este amor y esta esperanza a periferias de vida que nos están esperando con ansiedad, porque el amor de Dios, que nos ha precedido, nos espera en el corazón de esa gente que, quizás sin saberlo, anhela ser evangelizada”.
Cuando el Obispo ha terminado su intervención, el Vicario de Evangelización, D. Juan Ignacio Damas, ha sido el encargado de explicar el método de trabajo de la jornada. Dividida en cuatro sesiones, de una hora, cada una, los asistentes han ido trabajando sobre las conclusiones de cada uno de los cuatro bloques en los que se va a dividir el nuevo Plan Pastoral para, de este modo, asentar las líneas fundamentales y las acciones para los próximos años.
El buen ambiente, la comunión y una ilusionante ganas de trabajar han marcado la jornada, interrumpida por una comida fraternal. Después, los participantes, han seguido trabajando el último de los ítems, la Caridad, en la Sacristía Mayor de la Santa Iglesia Catedral. Al concluir, varias personas, representantes de movimientos y secretariados han querido, en voz alta, compartir su experiencia y añadir algunas aportaciones al documento.
Don Amadeo ha mostrado su gratitud por el trabajo realizado, por el de hoy y por todo el que hay detrás de este documento marco que se ha presentado y analizado durante toda la jornada.
La Asamblea Diocesana ha concluido con el rezo de las Vísperas del Corpus, en el Coro de la Seo jiennense.
Ahora, desde la Vicaría de Evangelización, en coordinación con el resto de los organismos episcopales, deberán extraer las conclusiones del documento que se ha trabajado y serán esas las que se presenten al Obispo para marcar las líneas de trabajo del futuro Plan Pastoral, que se presentará a los fieles el próximo mes de septiembre.