Querido Dios, hemos llegado al final del Curso de la Catequesis y queremos darte gracias por todo lo que has sembrado en nosotros. Por lo que hemos aprendido y por lo que hemos compartido.
Perdón, Señor, por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por lo que pudimos hacer y no hicimos, o por lo que dejamos de hacer por ignorancia o pereza.
Perdón por la palabra estéril o por el amor no reconocido.
Por el trabajo mal hecho, y por nuestras faltas de caridad con los demás.
Perdón por vivir algunos días del curso sin entusiasmo.
Hoy, que estamos terminando el curso, venimos a pedir tu bendición
y tu protección para nosotros y nuestras familias, y para todos los feligreses de nuestras dos parroquias: niños y adultos, hombres y mujeres, cercanos o lejanos.
i Danos Tu luz ! Para planificar bien las cosas el próximo curso.
Ayúdanos a crecer con prudencia, con claridad y con sabiduría.
Queremos vivir cada día, de aquí en adelante, con optimismo y bondad, llevando el corazón lleno de amor y esperanza.
Enséñanos a perdonar, y a tener las manos listas para compartir.
Cierra nuestros labios y nuestro corazón a la mentira y a toda maldad.
Aléjanos de la envidia, del egoísmo y de la mala conciencia.
Danos un corazón puro y sencillo, presto al auxilio y al perdón.
Ábrenos el camino a nuevas oportunidades: Para que podamos colaborar con nuestro esfuerzo al desarrollo de nuestras parroquias.
Haz que nuestro espíritu esté orientado a la caridad, que nuestros labios tengan palabras de bondad y gratitud, que derramen paz y amor a nuestros hermanos,
para que todos reconozcan Tu presencia en nuestras vidas.
Danos, Señor, para el nuevo curso, ilusiones renovadas,
un curso lleno de amor y bondad, que estemos unidos en permanente entrega de nuestros talentos, puestos siempre al servicio de Dios y de los hombres.
Líbranos, Señor, de la tibieza, de la pereza y de la superficialidad. Amén