Como cumple la tradición, el 2 de febrero los devotos pealeños se acercaron en una fría tarde de domingo con sus roscos para celebrar y acompañar a nuestra Patrona, la Santísima Virgen de la Encarnación en la festividad de la Candelaria. Se bendijeron los roscos que portaba el trono y el de todos los pealeños y dio comienzo a la procesión por el recorrido tradicional. A continuación, en el templo parroquial tuvo lugar la Eucaristía en la fiesta de la Presentación del Señor donde en la procesión inicial unos niños portaron seis velas como signo de la luz de Cristo que viene para iluminar las naciones. Como punto final, todos los recién nacidos y bautizados fueron presentados ante nuestra patrona y los roscos que portó la Virgen de la Encarnación se repartieron entre los fieles presentes. Que María que presentó a su Hijo al templo interceda ante Dios por nosotros.